Nos sentimos llenos de amor y gratitud después de la temporada navideña y de Año Nuevo, agradecidos:
por nuestro hermoso hogar que nos mantiene seguros, cálidos, bien alimentados y alegres, por nuestros increíbles clientes que nos permiten vivir vidas extraordinarias, y por el magnífico océano que trae olas hasta nuestra puerta.
Para honrar al océano y a nuestra familia surfera, llevamos la práctica del yoga al atardecer en la playa para saludos al sol y una hermosa meditación inspirada en el mar.
Perfectamente enmarcada entre Devils Rock y Cro Cro, nuestra playa local mira hacia la puesta del sol, y las rocas ofrecen refugio contra el viento.
Aquí hay algunas cosas que hemos aprendido, por si te animas a hacer lo mismo:
- Lleva una toalla de playa grande o un pareo para practicar; las esterillas de yoga no son tan prácticas sobre suelo irregular.
- Lleva ropa de abrigo para después del atardecer. Revisa las mareas: es más fácil encontrar arena seca y firme con marea baja.
- Si hay marea alta y olas grandes, quizá sea mejor simplemente meditar con el océano, utilizando el sonido de las olas para llenar y limpiar tu mente.
- Lleva ropa de abrigo para cuando se oculte el sol.
- Prueba nuevas posturas. La playa ofrece mucho espacio y una caída suave. Es un lugar ideal para intentar posturas más desafiantes como la parada de manos, y equilibrios como Crow Pose o Half Moon Pose; caer con la cara en la arena es un poco más amable que en un estudio.
- Prepárate para tambalearte un poco más y… ¡diviértete!
Estate atento a futuras clases de yoga en la playa de Azul. Tenemos muchas ganas de verte sobre una esterilla, una tabla de surf… o en la playa muy pronto.